lunes, 31 de enero de 2011

Capitulo 3

Llevo intentando hablar con Mario desde que me entrego la nota pero cada vez que lo intentaba nos interrumpían; en el recreo lo busque pero no lo encontré. Cuando llegue a clase después del recreo veo que la mesa de Mario esta vacía, cuando llega el profesor pregunta por Mario pero nadie sabe nada; la clase de filosofía se me hace eterna, cuando suena el timbre voy casi corriendo hasta la parada de autobús donde nos besamos ayer Mario y yo pero no estaba en ese momento empiezo a sentirme angustiada necesitaba hablar con él, ¿pero cómo? Veo que viene el autobús pero cuando pasa no lo cojo y me dirijo de nuevo al colegio, entro y me dirijo hasta recepción, veo a una mujer de unos 45 años me acerco y pongo la mejor cara posible y le digo con una sonrisa un poco forzada:
-Hola, buenas tardes soy de 4ºA de la e.s.o y hoy ha faltado Mario y me varios profesores me han pedido que le diga los deberes pero no sé ni donde vive ni su número ¿me lo podría decir, por favor?
-Sí, claro haber vive en la calle Muñoz Delgado el número 33; y el numero solo tengo el de su madre.
-Muchas gracias, que pase un buen día- dije sorprendida de que me lo hubiera dicho.
Volví a la parada de autobús y ni siquiera me dio tiempo a sentarme en el banquito de metal cuando paso el autobús, antes de subir mire el pequeño mapa de la parada y allí estaba a una parada más de la mía la calle Muñoz Delgado; me subí al autobús y me senté en la penúltima fila. Cuando llego a la parada de Mario y justo en frente veo el número 33 es una casa bastante grande, moderna y con varios ventanales.

 Decidida llamo al timbre y a la segunda llamada abre alguien, es Mario, parece cansado, sorprendido de verme dice:
-Miriam, ¿Qué haces aquí?
-Pues… como esta mañana no te he podido contestar a tu carta he venido a verte. Por cierto, ¿Por qué te has ido después del recreo?
-Porque… no me encontraba bien- dijo tosiendo- Y respecto a la carta que te he dado no debería haberte pedido que me perdones porque es imperdonable que hayas perdido una amiga por mi culpa. Lo siento.
Sorprendida no me doy cuenta que Mario va a cerrar la puerta pero pongo el pie para que no la cierre, la abro; no se que me paso en ese momento pero un impulso me atrajo hasta él, y le bese, sentí sus labios de mil maneras distintas suaves, dulces… A continuación le dije al oído:
-No es imperdonable.

2 comentarios:

  1. ay, q bonito, me gusta mucho la historia, de verdad ;), publik pronto wappa, muchs besos Noee

    ResponderEliminar
  2. muxas gracias a mi la tuya si k m gusta y pronto publicare mas un bsito wapa

    ResponderEliminar